La pandemia provocó que las personas recurrieran más a canales digitales que a físicos, como una sucursal bancaria, para la evaluación y contratación de un crédito, lo cual aceleró el trabajo remoto, la automatización de procesos y su digitalización.
La rápida adopción de procesos digitales implicó fuertes inversiones para fortalecer las medidas de seguridad de la información, lo cual es fundamental para generar confianza en los clientes, áreas normativas y reguladores.
En México, el otorgamiento de crédito se caracterizó por plataformas de pre autorización y carga de documentos en un expediente digital y seguimiento en línea; sin embargo, queda camino por avanzar para llegar a un proceso digital total e integrado con la cadena de valor.



